Entre hombres y mujeres existe una atracción que va más allá del simple deseo sexual. Se trata del cariño, el respeto y el sentimiento que se puede desarrollar hacia otro, y que la sociedad se ha encargado de darle un sentido creando el matrimonio como una relación de pareja formal. El matrimonio significa que un hombre le pertenece a una mujer en específico y solo a ella, y ella le pertenece a ese hombre de la misma forma, por lo que no debe haber nadie más que se interponga en el medio de ellos.
Es muy típico que algunos hombres que solo piensen en obtener placer pasen de estas normas que implican respetar a las parejas establecidas, y busquen tentar a mujeres casadas para arrastrarlas hacia un acto de infidelidad en el que rompan sus votos y falten el respeto a sus maridos. Estos son hombres que disfrutan de hacerle daño a otros, y por esto es que prefieren buscar mujeres casadas antes que solteras que están libres para hacer lo que quieran, pero para ellos es más emocionante destruir una relación con su poca moral.
Esto está completamente mal, y es que no tiene ninguna justificación entrometerse en una relación formal entre dos personas, incluso cuando no haya una mala intención del todo, sino que exista un sentimiento hacia una mujer casada, lo mejor es apartarse y no entrometerse, para no faltar el respeto a nadie y solo esperar a ver si esa mujer sale de su relación y se pone a su disposición. Los hombres deben aprender que la mujer ajena se respeta, pues pueden terminar metidos en un gran lio, no solo sentimental, sino de seguridad personas e incluso hasta el punto legal. Tener la dignidad de mantenerse alejado de una relación estable es mucho más admirable que empezar a sabotearla y tentarla, y es lo que diferencia a un hombre egoísta de un verdadero caballero que se sabe comportar.
A nadie le gusta que le estén calentando a su mujer, y puede ocurrir que hombres descontrolados por la rabia recurran a actos de violencia hacia cualquiera. No es tampoco justificación, pero lo cierto es que para esto existió una provocación, así que lo mejor es procurar ser respetuoso y no hacer lo que uno no quisiera que le hagan cuando esté comprometido con una mujer a la que ha seleccionado como su compañera para toda la vida.